«El
Señor se ha hecho pobre por nosotros en este mundo. Ésta es la excelencia de la
altísima pobreza que os ha constituido a vosotras, amadísimas Hermanas mías,
herederas y reinas del Reino de los Cielos, os ha hecho pobres de cosas y os ha
enaltecido en virtudes. Sea ésta vuestra porción, la que conduce a la tierra de
los vivos, estrechaos a ella totalmente, amadísimas Hermanas, y, por el Nombre
de Nuestro Señor Jesucristo, ninguna otra cosa queráis tener jamás bajo el
cielo». (Reg CI, 8)
“El
Hijo de Dios se hizo para nosotras Camino” (Testamento)
Nuestra
Forma de Vida es ésta: “guardar el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo,
viviendo en obediencia, sin propio y en castidad” (Regla I,2). Se encuentra
consignada en la Regla de Santa Clara y en las Constituciones Generales que la
interpretan. Nuestra Madre Clara redactó ella misma la Regla, la primera
compuesta por una mujer, que fue aprobada el 9 de agosto de 1253 por el Papa
Inocencio IV. Clara murió con la Regla en las manos dos días después.