Bodas de Plata Religiosas

BODAS DE PLATA
EN
LA ORDEN DE SANTA CLARA
MONASTERIO DE NTRA.
SRA. DE LAS MERCEDES,
CLARISAS DESCALZAS, 
DE BADAJOZ 


SOR ANGELA CECILIA DE LA EUCARISTIA 
TACO CASTRO, osc
Y
SOR CLARA EMILIA  DE LA NIÑA Mª. 
GUILLEN SALCEDO, osc

En la Solemnidad de la Anunciación del Señor.
Badajoz, a 25 de marzo de 2019
Misa de acción de gracias, a las 12.30 h. 
 
En plena cuaresma, la liturgia hace un paréntesis y el 25 de marzo, se celebra la Anunciación del Señor.
En este año 2019, daba gusto escuchar a media mañana las campana de la Clarisas Descalzas, que repicaban solemnemente a fiesta, y no eran poco; porque el motivo por lo que lo hacían, eran para anunciar al pueblo cristiano, que en este día grande para la Iglesia, la Orden Franciscana, y por supuesto para este Monasterio de Ntra, Sra. de las Mercedes, ubicado en el caso antiguo de la ciudad de Badajoz, dos hermanas de este convento daban gracias a Dios, por los 25 años de Profesión Religiosa en la Orden de Santa Clara, con su vida de oración, viviendo en obediencia, en clausura, y sin nada propio, en una entrega incondicional a Jesucristo.
Nuestro templo se vistió de fiesta, para esta efeméride que  se llevó a cabo con una solemne Eucaristía, a las 12.30 h. donde Sor Ángela Cecilia de la Eucaristía Taco Castro, y Sor Clara Emilia de la Niña María Guillen Salcedo, hicieron las Bodas de Plata.
Con el canto de entrada se inició la celebración, que presidió el Rvdo. Sr. D. Manuel Santos Durán, y concelebrando el Muy Iltre. Sr. D. Pedro Losada Domínguez, y los Rvdos. Sres. D. Francisco José Trabadela Gómez, Capellán de la Comunidad,  y D. David Martínez Gutiérrez.
Después de la proclamación el Santo  Evangelio, las hermanas antes mencionadas hicieron la petición de la renovación de los votos.
Continúo la bellísima homilía, en donde D. Manuel Santos, fue detallando la riqueza de la vida consagrada. Donde les dijo que es una gracia de Dios en que viváis en la clausura, viviendo sólo para Dios.
Les recordó las palabras del Papa Francisco, para que no vivan la mundanidad, no dejándose llevar del orgullo, la vanidad, la soberbia y de aparentar ante los ojos de los demás…Y que a semejanza de su esposo sepan reproducir en sus vidas el anonadamiento de Cristo.
Terminado dio gracias al Señor, por el don de su elección, y les animo en esta nueva andadura, a que vivan con Francisco y Clara de Asís, descubriendo la belleza de vivir el Santo Evangelio sin glosa, como lo vieron ellos.
Al terminar, dio comienzo el rito de la Renovación de la Profesión, donde las dos hermanas acercándose al altar, y poniéndose de rodillas, en presencia de la comunidad cristiana, allí presentes, gozosas renovaron su consagración al Señor. Al finalizar la formula les impusieron una preciosa corona de flores; como signo de esposas de Cristo. Prosiguió el celebrante dando la bendición a las hermanas que celebran el jubileo.
En el ofertorio las dos hermanas ofrecieron el pan y el vino, y  nuevamente sus vidas. También la Regla, que es la medula del Evangelio, que con la observancia de la misma, se han santificado tantas Clarisas. Un centro de flores, representando a todos los familiares de la dos hermanas, y por último sus alianzas, símbolo de amor, que han expresado con la renovación de los votos.
Una celebración sencilla, y familiar, fue el deseo de Sor Ángela Cecilia de la Eucaristía, y de Sor Clara Emilia de la Niña María, para dar gracias a Dios.
Destacar la generosidad, y la maravillosa actuación del Muy Iltre. Sr. D. Francisco Barroso, Canónigo Emérito de la S.I.C y organista de la misma, quien no solo tocó el órgano; sino también desinteresadamente dirigió el coro de las monjas, haciendo un acto más solemne.
 Las hermanas gozaron con la presencia de algunos familiares, y también amistades de la comunidad, junto con la representación de hermanas de los Monasterios de Santa Ana, de esta ciudad y de Santa Mª. de Jesús, en Sevilla.
Al terminar la Santa Misa, el celebrante en nombre de las hermanas jubilares, dio gracias públicamente  en nombre de ellas, manifestando que  el Señor, ha obrado con generosidad en estos 25 años de consagración.
Después de la bendición solemne, D. Manuel, leyó y entregó a las hermanas la bendición Papal del Papa Francisco, a quienes fueron recibidas con un caluroso aplauso.
Se compartió en el locutorio, una comida fraterna.
Sor Ángela Cecilia de la Eucaristía Taco Castro, y Sor Clara Emilia de la Niña María Guillen Salcedo, son de nacionalidad Peruana, y hace 25 años que se consagraron al Señor, en su país, y que desde hace muchos años forman parte de esta fraternidad, que solicitó ayuda al monasterio de origen, que estaba floreciente en vocaciones.
Dios las bendigas, y le conceda la perseverancia final.
En alabanzas a Francisco y Clara de Asís.

 



 
 

  



 

 

 
 


 

  


 
 

 
 
 
 

 

 

 

 
 
 

 

 

 

 


 

 









 

 

 

 


 


 

 

 






 
 




 


 

 


 
 
 
 


 




 
 

 
 
 


 
 

 
  



 
 
 
VIII CENTENARIO DEL ENCUENTRO
 DE SAN FRANCISCO CON EL SULTAN
 
 
 
 
 
Recemos por la fidelidad de estas hermanas